Cómo hacer tortitas caseras para desayunar

Las tortitas o pancakes son una preparación de origen anglosajón muy vistosa, rica y fácil de hacer para los desayunos especiales

                                 
                                  Imagen: genious2000de
 
Las películas, las series de televisión, los programas gastronómicos e Internet acercan a las cocinas de nuestro país nuevas recetas, costumbres y gustos culinarios de otras culturas que se reciben de buen grado y se asimilan con sencillez.  


Los desayunos no son ajenos a esos cambios: se ha pasado del vaso de leche con galletas, pan tostado o magdalenas a preparar también desayunos más anglosajones. Las tortitas americanas o pancakes son un ejemplo de ello. En este artículo se detalla cómo preparar su masa, cómo cuajarla y cuáles son los acompañamientos que combinan mejor.
 
Las tortitas americanas, también llamadas pancakes, tienen una base muy simple: una masa semilíquida de harina, huevo, leche, azúcar y mantequilla. Esta mezcla se cuaja en una sartén antiadherente hasta formar las tortitas del grosor deseado.
 
Se pueden acompañar con diversos alimentos: desde miel, mermeladas y jaleas, hasta frutas frescas, dulce de leche, crema de cacao o crema de yogur, entre otros.
 
Para elaborar las tortitas caseras de desayuno, y que dé tiempo a todo (hacerlas y disfrutarlas sin correr), se puede dejar la mezcla ya preparada en el frigorífico desde la noche anterior en un recipiente cerrado.

Cómo preparar la masa de las tortitas

Para elaborar tortitas para cuatro personas se deben seguir estos pasos. Primero, hay que cascar un huevo en un vaso de batidora y añadir una cucharada de azúcar glas, un toque de canela en polvo y una pizca de sal.
 
Se bate todo junto con cuatro cucharadas de harina para hacer una crema y se agregan 250 ml de leche templada con una cucharada de mantequilla derretida, batiendo con la batidora de varillas, a fin de que no se formen grumos.
 
Por último, se añade una pizca de levadura en polvo -no es para que suba, solo para que la tortita tenga un poco de volumen- y se termina de batir para homogeneizar la pasta, que debe quedar fina y fluida.

Cómo cuajar las tortitas

En una sartén antiadherente no muy ancha (de unos 15 cm de diámetro), se vierte una cantidad prudencial de masa para que esta forme un disco de unos diez centímetros de diámetro sobre la sartén, que estará moderadamente caliente.
 
Se espera a que esté algo cuajada para darle la vuelta y se sigue cocinando por el otro lado hasta que esté por completo cuajada por ambos lados. Con ayuda de una paleta, se pasa la tortita casera cocinada a un plato de postre.
 
El grosor de las tortitas dependerá del gusto de quien cocina y sus comensales; se pueden hacer tan finas como una crepe o con un grosor superior a un centímetro. El límite son los dos centímetros. No se recomienda hacerlas más gruesas porque entonces quedarán crudas por dentro.
 
Si se ha preparado la pasta el día anterior y se ha guardado en la nevera, antes de comenzar a cuajar se debe remover la mezcla para que se homogeneicen de nuevo todos los ingredientes y de esta manera se puedan elaborar unas correctas y sabrosas tortitas.
 
A medida que se cuajan las tortitas, se van colocando unas sobre otras hasta formar una torre con ellas.
 
La razón para apilarlas es que así se mantendrán calientes durante más tiempo, transmitiéndose el calor unas a otras. Y ¡listo! Ya están preparadas las tortitas. Así de sencillo.

Opciones para acompañar las tortitas

Una vez hechas, las tortitas se pueden comer tal cual o agregarles diferentes acompañamientos. Las siguientes son algunas ideas de combinaciones que quedan muy bien.

Opción más saludable: acompañarlas con fruta fresca, limpia y troceada, como si fuese una macedonia, y, a su vez, con un yogur natural batido que hará las veces de unión entre la fruta y las tortitas.
 
Opción golosa: además de la fruta fresca (se pueden elegir las más dulces), se sustituye el yogur natural por leche condensada o por dulce de leche. Desde luego, será un comienzo de día muy dulce.
 
Opción más europea: acompañar las tortitas con mermeladas de frutas o de compotas de frutas -si es posible, elaboradas por nosotros mismos-. Esto le dará al plato el valor añadido de utilizar conservas naturales de frutas del entorno.
 
Opción americana: acompañar de jaleas de arce o de siropes con alto contenido de azúcar. Es menos saludable, pero más auténtica. Si no nos gustan los siropes y jaleas y se quiere probar algo parecido, se puede sustituir por miel; es una alternativa también muy golosa.
 
Opción infantil: acompañar con crema de cacao. Cuando están calientes, se agrega la crema de cacao, de manera que se deshaga y quede una tortita cubierta de crema de cacao derretido. También es posible añadir chocolate fundido (al baño María o en el microondas).
 
Opción de la tierra: se pueden agregar ingredientes que se suelen poner en las tostadas, como queso cremoso untado con mermelada, tomate rallado con aceite de oliva y unas lascas de jamón ibérico o de salmón ahumado. Tanto para dulce como para salado, será una opción diferente de desayuno.
 
 
Etiquetas: cocinar, repostería
 
 
 
  

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