Diez cosas que pondré en práctica cuando sea mamá

Me gusta hacer listas para todo, me ayudan a ser un poco más organizada y poner orden en algunos de los muchos temas que tengo en la cabeza. Tengo listas de muchas cosas, pero cuando supe que iba a ser mamá fui a buscar una lista muy particular.
 
                                Alba Lajarín/ Save the Children
 
Tengo listas de muchas cosas, pero cuando supe que iba a ser mamá fui a buscar una lista muy particular.
 


 
La empecé durante la adolescencia, seguramente como fruto de alguna discusión con algún adulto, y cuando hace unos años la reencontré la he ido completando y modificando, quiero pensar que con un poco más de cabeza...
 
Se trata de una lista de cosas que espero hacer o no hacer cuando sea madre. En esta lista hay cosas muy variadas, de hecho se acerca más a una declaración de intenciones, va desde el control del uso de los videojuegos hasta ideas para fomentar la creatividad o la curiosidad, pasando por hábitos alimenticios, juegos varios o incluso canciones.
 
Ahora que se va acercando la fecha en que podré ponerlas en práctica y, coincidiendo con la celebración del día internacional de las familias, hago un repaso de esa lista con un enfoque diferente, intentando sacar aspectos que vayan más allá de intenciones o de meras distracciones y que quizás pudiera compartir con algunas mamás o papás o futuros mamás o papás.
 
Haciendo esto, me he dado cuenta que el sentido común, quizás la deformación profesional, me ha llevado en estos años a enfocar mis propias potenciales pautas de crianza al buen trato hacia la infancia.
 
La promoción del buen trato y la parentalidad positiva deben ser herramientas que la familia, en todas sus formas, use en el día a día para cuidar y proteger al niño/a que como sujeto de derechos va creciendo hacia la autonomía.
 
La base de todas estas herramientas tiene tres pilares: conocer y entender a los niños/as en base a su edad, ofrecerles seguridad y estabilidad a través de un vínculo afectivo, y recurrir al diálogo, a la resolución de conflictos de manera positiva desde una postura de respeto y cordialidad, ejerciendo la escucha activa y la empatía.
 
En este sentido, hay una lista que merece la pena que sea compartida, se trata de 10 consejos de Save the Children para ejercer una parentalidad positiva:

1.  Hazle caso siempre: atiende y entiende sus demandas
 
2. ¡Ármate de paciencia!
 
Cuando el niño/a tenga una rabieta, no quieras colaborar o te muestres esquivo, ármate de paciencia
 
3. Pon normas claras, realistas y consistentes: ¡pero no cuando estés enfadado ni muy cansado!
 
Asegúrate de que tienen un sentido claro, que les acompaña una explicación coherente y cuida que el lenguaje está adaptado a su edad. Las normas se establecen sin amenazas, hablando e implicando al niño/a y previamente a que surjan los conflictos, no en mitad de una discusión.
 
4. Déjale participar en las decisiones: escucha su opinión
 
Permite que el niño/a a partir de los 5 años participe en el establecimiento de normas de convivencia familiar y también en las posibles sanciones. Sentirá que su opinión importa y desarrollará su sentido de la responsabilidad.
 
5. Demuestra abiertamente que le quieres con abrazos y atención
 
6. Asume los cambios que se producen en la adolescencia y adáptate a ellos
 
Acompáñale en esa nueva etapa ofreciéndole lo mismo que en las anteriores: afecto, diálogo y normas de convivencia.
 
7. Practica la escucha activa con tu hijo/a
 
8. No recurras nunca a la violencia o la agresividad, no sirve para nada
 
No utilices actitudes agresivas como insultos, amenazas o reproches.
 
9. Respira hondo y piénsatelo dos vecesNo pongas normas, sanciones o intervengas en un conflicto si estás cansado o furioso. Puedes tomar decisiones erróneas o poco efectivas.
10. ¡Cuídate y quiérete tú  también!
 
Busca espacios para ti, para disfrutar y relajarte con algo que te guste. Ejercer una parentalidad positiva requiere mucho esfuerzo y generosidad.
 
Y aunque siga anotando juegos y entretenimientos varios en mi lista, asumo el doble reto de ser padre poniendo en práctica estos consejos. 
 
Un reto que sería más fácil asumir y superar si desde los poderes públicos se promoviesen urgentemente políticas que respondan a las necesidades reales de las familias y garanticen el bienestar de los niños/as.
 
Esto será posible a través de una mejor conciliación de la vida personal y laboral concebida como herramienta de protección de las familias.
 
Explorar y poner en marcha medidas de conciliación basadas en el interés superior de los niños/as requiere el compromiso real y el esfuerzo no sólo de los poderes públicos, sino también de las empresas y el sector privado.

 
 
 
Catalina Perazzo    
 
 
 

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