Aunque la mayoría de las veces no pasa de ser una anécdota, la ingestión de un objeto por parte de un menor puede provocar un desenlace fatal Imagen: Karl Warren Wilson Pilas, tapones, tornillos, monedas... Son muchos los objetos que ejercen una atracción casi mágica en los más pequeños, quienes no dudan en metérselos en la boca y, en muchas ocasiones, por accidente, acaban tragándoselos. Si el artículo no tiene salientes puntiagudos o cortantes, la mayoría se elimina sin más. No obstante, en algunas situaciones se hace necesaria una intervención quirúrgica. En este texto se detallan pautas de prevención que deben tomar progenitores, cuidadores y fabricantes en torno a los menores de cinco años y cuáles son las medidas que hay que adoptar ante la ingestión de un cuerpo extraño . Canicas, la goma de un lápiz, el tapón de un bolígrafo, clips, monedas, botones e incluso alfilere