Nunca introduzcas en tu ordenador una memoria USB que encuentres por la calle
Dos estudios alarman sobre lo peligrosa que puede llegar a ser la inocencia humana. Uno de ellos, llevado a cabo por CompTIA, demostró que una de cada cinco personas que encuentran una memoria USB en el suelo lo insertan en su ordenador para ver qué contiene. Otro estudio más alarmante de la Universidad de Illinois demostró que una de cada dos personas que encuentran una memoria USB en un parking lo insertaron en su ordenador para comprobar qué archivos contenían.
Pueden llevar virus
Los que hayan visto Mr. Robot sabrán que esta no es una práctica nada recomendable, ya que una memoria USB puede estar llenar de virus, ya sea de manera casual o de manera premeditada.
Esto es lo que les está pasando a algunos habitantes de Victoria, en Australia, donde un grupo de delincuentes está repartiendo USB infectados con virus.
Entre los virus encontrados, algunos despliegan ventanas emergentes con páginas falsas con el fin de robar los datos de los usuarios, u otros directamente borran el contenido de los discos duros de los ordenadores.
Al contrario que cuando encuentra una memoria USB por la calle, si una de ellas aparece en nuestro buzón, tendemos a pensar que ésta va dirigida hacia nosotros, incluso en el caso de que no tenga remitente.
Es la propia curiosidad la que suele llevar a los usuarios a introducir las memorias en sus ordenadores para comprobar qué contienen. Estos ordenadores suelen tener la mayoría de las veces Windows como sistema operativo, el cual es el objetivo de casi todos los virus diseñados para ordenadores.
Para abrir memoria USB desconocida usa siempre Linux
En el caso de que queramos comprobar el contenido una memoria USB que hayamos encontrado por casualidad, o incluso alguna nuestra en la que sospechemos que puede haberse colado algún virus después de haberla insertado en un ordenador público, lo que hay que hacer es ejecutar un LiveUSB de algún sistema operativo basado en GNU/Linux, como Ubuntu, los cuales son inmunes a este tipo de infecciones, y permiten formatear las unidades USB o recuperar el contenido, siempre copiándolo a archivos nuevos.
Aun así, lo mejor en este tipo de casos es que hagamos caso omiso de las unidades y las destruyamos, evitando insertarlas en el ordenador, ya que nadie nos va a querer decir nunca nada a través de una memoria USB, habiendo tantos otros medios de comunicación.
En el caso de que aparezca uno de estos dispositivos, lo más probable es que tengan como objetivo dañar nuestra integridad o la de nuestros dispositivos, aunque no deberían llegar a ser tan graves como aquellos famosos casos del año 2001 en Estados Unidos, donde cinco personas murieron por abrir sobres que tenían esporas de ántrax.
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