Niñas en barrios marginales, se puede ayudar

Más de 30 millones de niñas sufren discriminación en las grandes ciudades y tienen más posibilidades de abandonar la escuela

                                  
                                   Imagen: McKay Savage

Su vida está marcada por su género. Más de 30 millones de niñas en todo el mundo sienten el rechazo o peores condiciones de vida que los niños por cuestiones biológicas. Residen en grandes ciudades, pero no siempre están a la vista del resto de ciudadanos.  


Los barrios marginales esconden a estas pequeñas. Si se invirtiera en ellas, los Objetivos de Desarrollo del Milenio estarían más cerca de cumplirse.
 
Unos 100 millones de menores podrían vivir en la calle, según datos de Naciones Unidas. De ellos, la ONG Plan calcula que más de 30 millones son niñas que viven en una situación crítica en las calles de las grandes ciudades, pero hasta 500 millones de niñas y mujeres habitan las zonas marginales.
 
India es el país que destaca por cobijar a un mayor número de pequeños adultos: unos 18 millones viven y se mueven solos por las calles, precisa la ONU. En su mayoría, han emigrado de zonas rurales.
 
La situación de partida es difícil para todos. Se enfrentan a un futuro incierto. Pero hay quien lo tendrá aún peor: las niñas.
 
Por el simple hecho de serlo, millones de pequeñas están condenadas a abandonar antes la escuela, casarse a la fuerza con hombres que les triplican la edad o caer en manos de redes que se lucran con el indeseable negocio de la esclavitud sexual. Todo esto ocurre en las ciudades, denuncia Plan.

Ranking de riesgos

Esta organización presentó hace algunas semanas su cuarto informe sobre la situación de las niñas en el mundo, un trabajo que muestra "la doble realidad en las ciudades y las tecnologías de la información".
 
Mientras se asiste cada día a numerosos avances en el campo de las nuevas tecnologías, se obvia el retroceso en otros ámbitos que afectan a la dignidad del ser humano y, si se invirtiera en ellos tanto como en otras áreas, se conseguiría una verdadera revolución: "Seis de los ocho Objetivos del Milenio no pueden cumplirse si no se realiza una inversión específica en las niñas".
 
El informe de Plan, "Fronteras urbanas y digitales: las niñas en un escenario cambiante", revela que las niñas y las mujeres corren un doble riesgo en las calles.
 
Recupera datos de la Organización Internacional del Trabajo para subrayar que muchas de las niñas explotadas sexualmente en las urbes tienen entre 11 y 17 años y su primera experiencia sexual es a menudo una violación cuando tienen entre 10 y 14 años.
 
Destaca, incluso, un ranking de riesgos donde los principales son los insultos, los golpes, los embarazos y el consumo de drogas, por este orden.
 
El mundo urbano y el mundo digital comparten, sin embargo, varias similitudes. El trabajo de Plan analiza la vida de las adolescentes en ambos, caracterizados por ser los escenarios actuales de crecimiento más rápido, pero a la par, los escenarios de nuevos peligros. 

"Si planificamos nuestras ciudades de forma apropiada, si mantenemos a las niñas a salvo en nuestras calles y en la Red -advierte-, tendremos la oportunidad de cambiar sus vidas".
 
Otras condiciones para lograrlo pasan por proteger a las menores de posibles agravios y fomentar su capacitación, "mientras construimos ciudades y el mundo digital se expande", para "preparar de verdad a las niñas con unas habilidades y unos conocimientos que aseguren un futuro mejor y más seguro para todos".
 

¿Qué se puede hacer?

Impulsar la educación de las niñas es básico para que puedan tomar sus propias decisiones. "Una niña con estudios será una mujer con capacidad para decidir a qué edad y con quién se quiere casar, qué número de hijos quiere tener y qué profesión quiere elegir", resaltaba la directora general de Plan en España.
 
Entre el 55 y el 70% de la población urbana mundial que vive en chabolas son mujeres y niñas.
 
En estas zonas, el índice de violencia sexual y abandono escolar es el doble que en otros lugares y, la superpoblación, favorece que "muchas niñas no se atrevan a pedir consejo o visitar médicos por miedo a que se sepa en la comunidad".
 
Es imprescindible facilitar el acceso a los servicios de salud. En los últimos años, se ha conseguido aumentar entre dos y cuatro veces la oportunidad de las mujeres urbanas de dar a luz atendidas por un especialista, se ha incrementado el uso de anticonceptivos y el acceso a información para la prevención del sida.
 
Sin embargo, la sobrepoblación y las malas condiciones higiénicas aumentan el porcentaje de enfermedades, que se tratan en unos servicios de salud que no siempre son asequibles, alerta Plan.
 
Respecto al empleo, debe hacerse un esfuerzo porque las jóvenes no se vean abocadas al trabajo doméstico o en el campo, sino en otros áreas que permitan mejorar su autoestima y contribuir a mejorar la economía de la familia.
 
Plan y Mujeres y Ciudades Internacional han elaborado una "Llamada a la acción" que recoge ocho derechos fundamentales que deben garantizarse a todas las niñas:
 
  • Acceso a una educación segura. 

  • Estar libres de violencia en las ciudades. 

  • Una vivienda segura y decente. 

  • Moverse de forma segura por las ciudades. 

  • Servicios higiénicos y sanitarios accesibles y asequibles en las ciudades. 

  • Un trabajo decente y adecuado a su edad en un entorno urbano saludable. 

  • Lugares seguros para la convivencia y las relaciones sociales en las ciudades. 

  • Derecho a participar en crear ciudades más seguras, más inclusivas y más accesibles.

Algunos datos

                     
                      Imagen: paolo bosonin
 
Los siguientes datos forman parte de diversos estudios llevados a cabo por entidades internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y Naciones Unidas, además de la ONG Plan:
 
En Lima (Perú), el 41% de las chicas entre 10 y 24 años afirma haber sufrido abusos sexuales.
 
En Pokara (Nepal), el 90% de las niñas que viven en la calle admiten haber sido forzadas a tener prácticas sexuales con dueños de hoteles y restaurantes, jóvenes mayores que ellas que también viven en la calle o habitantes de la localidad.
 
En El Cairo, casi dos tercios de los niños y un tercio de las niñas toma algún tipo de droga "para aguantar el estrés de la calle, dormir y soportar el dolor y el hambre".
 
En Egipto, donde la mutilación genital femenina se prohibió hace tres años, el 85% de las niñas en las ciudades y el 96% en la áreas rurales han pasado por ella.
 
En Benin, sólo el 17% de las mujeres rurales afirma haber usado un preservativo.
 
En India, más del 81% de las trabajadoras domésticas son niñas entre 5 y 12 años.
 
Unos 86 millones de niñas en todo el mundo no pueden ir a la escuela y 10 millones se casan obligadas cada año antes de cumplir 12 años. En África subsahariana y el sudeste asiático, la mitad de las niñas están casadas antes de los 18 años.
 
Alrededor de 140 millones de niñas y mujeres sufren para siempre las consecuencias de la mutilación sexual.
 
En los Países Bajos, la mayoría de las niñas y mujeres jóvenes se sienten seguras por sus barrios durante el día, pero el 40% de ellas siente inseguridad de noche.

Cómo ayudar a los niños

La ONG Plan admite donativos desde 10 hasta 40 euros u otra cantidad que decidan los propios donantes.
 
Con 10 euros se paga una beca escolar de una niña de Cabañas, Chalatenango, La Libertad o Cuscatlán (El Salvador).
 
Con 25 euros se financia el uniforme obligatorio que necesita una niña de El Salvador para acceder al curso escolar y con 40 euros se facilitan los libros y material escolar. "La educación es la base para permitir a una niña desarrollar plenamente su potencial", señala la entidad.
 
UNICEF colabora con el Gobierno de Kenia, entre otros, en la iniciativa Maisha -"vida" en lengua Kiswahili- para prevenir la transmisión del VIH de madres a hijos.
     

Se pretende administrar medicamentos antirretrovirales y antibióticos, con el año 2013 como horizonte en las provincias de Nyanza y Rift Valley, donde viven la mitad de todos los niños de Kenia con VIH, y el año 2015 en todo el país. Es posible hacer donativos a través de su página web.
 
Save the Children lucha contra el cólera en Haití, donde ha provocado la muerte de más de 250 personas y ha afectado a más de 3.000, y en Pakistán, donde amenaza a siete millones de personas, la mitad de ellas niños.

 
El riesgo en los pequeños radica en que se deshidratan con más facilidad que los adultos.
 
Además, los menores sufren malnutrición, que les hace más vulnerables a la bacteria y a otras enfermedades mortales. STC desarrolla programas especializados de nutrición y, a través de clínicas móviles y fijas, trata también la malaria y la neumonía. Se recogen donativos on line.
 

Etiquetas: marginalidad, niñas, pobreza, tercer mundo



Por AZUCENA GARCÍA

 
                                                 

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