Disfrazada de Ébola
Los casos de explotación y violencia contra las niñas han crecido
durante la epidemia de Ébola, que sigue afectando al país más de un año
después, lo que ha provocado un aumento de los casos de embarazos
adolescentes.
El cierre prolongado de los colegios del país a
causa del Ébola ha provocado un retraso en la escolarización de unos 1,7
millones de niños y niñas, que se ven sometidos a las consecuencias de
la desprotección.
Los países afectados por el Ébola tardarán años en recuperarse de esta crisis.
Augusta*, 17 años. Aún lleva el anillo que le regaló su madre. Louis Leeson/ Save the Children
Llegar a la aldea de Dumegbe, al sur de Sierra Leona en
la frontera con Liberia nos costó 12 horas para recorrer 300 km de
carretera, o mejor dicho, caminos.
En estas aldeas trabaja Save the
Children desde hace 12 años, ahora además luchando contra el Ébola. Para 300.000 en personas la región sólo hay 2 ambulancias, y 1 médico para cada 40.000.
El agua corriente y potable es algo que simplemente no existe. Hay
tomas de agua (pozos y depósitos) en los que beber una sola taza pequeña
de café supondría para nuestros estómagos, como poco, una fuerte
diarrea de varios días.
En Dumegbe viven unas 600
personas. El 50% tiene menos de 16 años. Una de las primeras imágenes
que vi fue un bebé de tres meses que tomaba el pecho de una madre. La
leche de su pecho es lo único que podía darle de comer ese día.
Esta
madre, Mamina, es una superviviente del Ébola en Sierra Leona. Salvó su
vida pero perdió a otra hija y a su marido. Estaba
feliz por haber salvado la vida del Ébola y la de su hija, pero
angustiada porque su marido era el que les traía los únicos alimentos
que les tomaban para sobrevivir.
Ahora sola con su bebe de tres
meses no es capaz de conseguir alimentos todos los días. En el mejor de
los casos el reparto que Save the Children hace cada semana le permite
cubrir 4 de los 7 días de la semana. El resto de días son las escasas
reservas de su pecho las que permiten a su bebe de tres meses comer a
diario.
Mamina y su bebé. David del Campo/ Save the Children
La siguiente imagen que se cruza delante de mí es la de una aldea de 600 habitantes llena de dignidad y de fortaleza. La comunidad se ha organizado para cuidar de los menores que el Ébola ha dejado sin parte de su familia o totalmente huérfanos.
Se han preparado para que haya reservas de alimentos suficientes en
caso de que la situación se haga extrema. También para, durante las
visitas de profesionales sanitarios, una vez cada 10 días, tener lista
todas las personas que deben ser atendidas e informar si hay algún caso
grave.
Esa misma
comunidad, que cuida de sus niños y niñas, ha tenido una incidencia del
Ébola del 25%. Hoy sólo cuenta con 4 supervivientes del total de
personas infectadas, o dicho de otro modo, en Dumegbe la mortalidad del Ébola ha sido del 85%. Ébola que ha golpeado con fuerza a las mujeres. Mujeres que eran madres, como Lucikane, Yikabene, Eagoye...
Por eso el Ébola que vimos es el que se ve a través de los ojos de niños y niñas sin sus madres.
Desde Save the Children construimos desde hace un año la respuesta al
Ébola a través de los ojos de los niños y niñas. Son lo que ellos ven la
guía para diseñar nuestra respuesta.
Por eso sabemos que aún en el peor momento de la crisis del Ébola, tan importante era construir uno de los mejores Centros de Tratamientos de Ébola en Kerry Town (3.000
personas atendidas, 257 casos de Ébola tratados salvando la vida de 111
de personas, 10 menores de 5 años), con capacidad para 80 camas para
personas con Ébola y otras 20 camas para atender a personal sanitario
propio y de otras organizaciones, como garantizar en la aldea más remota
del país que hubiera un espacio educativo mínimo.
Sabemos bien que la escuela proporciona educación pero en situaciones
de emergencia garantiza algo más importante; que los niños sigan siendo
niños.
David del Campo/ Save the Children
La pobreza en esta ocasión ha venido disfrazada de Ébola, otras veces ha venido con disfraz de cólera o malaria.
Ha golpeado como nunca a sus muy débiles sistemas sanitarios pero
también lo ha hecho con brutales consecuencias sobre la educación.
En el
tiempo en el que las escuelas estuvieron cerradas en Save the Children
abrimos “escuelas virtuales” a través de la radio mientras apoyamos al
Gobierno en la reapertura de escuelas.
Nos enfrentamos a un problema,
17.000 maestros/as se encuentran trabajando en la respuesta al Ébola y
no es fácil su retorno a las escuelas. Tampoco será fácil que maestros y
maestras puedan tomar la temperatura a todos/as los niños/as de la
escuela antes de entrar y al salir.
La mirada de los niños nos debe seguir orientando en el próximo año.
En Sierra Leona los programas de Save the Children ya han llegado a más
de 300.000 niños y niñas, y con ellos debemos seguir construyendo el
futuro que la pobreza disfrazada de Ébola ha vuelto a golpear duramente.
David del Campo/ Save the Children
Llevará mucho tiempo que los países afectados por el
Ébola vuelvan a la normalidad. Por eso te pedimos que no les olvides y
que, si puedes, dones.
David del Campo
Comentarios
Publicar un comentario