Enfermedades alérgicas en primavera
Conocer el nivel de pólenes y seguir los consejos de los especialistas ayudan a las personas alérgicas a minimizar los efectos de la primavera
Imagen: Bruin
De la mano del buen tiempo también llega un aumento en el aire del polen y otros contaminantes ambientales que contribuyen a potenciar algunos alérgenos y provocar un incremento de la incidencia de las enfermedades alérgicas.
Asma, conjuntivitis o dermatitis, además de otras enfermedades infecciosas, son algunas de ellas, que afectan tanto a los más pequeños como a los adultos.
En este artículo se explica qué medidas adoptar para mantener los alérgenos a raya y cómo serán los niveles de polen este 2015. También se aportan algunos consejos que ayudan a las personas alérgicas a sobrellevar la primavera.
En España, hay más de 10 millones de personas alérgicas para las que la primavera no es la mejor estación. Asma, rinitis alérgica estacional (fiebre del heno o polinosis), conjuntivitis y dermatitis son algunas de las enfermedades que, de forma conjunta o por separado, aumentan su incidencia con la llegada del buen tiempo.
Se estima que cerca del 80% de todos los casos de asma tienen un origen alérgico y, aunque las personas asmáticas pueden sufrir ataques en cualquier época, son más comunes que se produzcan en este periodo.
La rinitis alérgica afecta al 10%-20% de la población cada primavera y, de estas personas, el 50% tiene conjuntivitis asociada, por lo que también se denomina rinoconjuntivitis alérgica.
Cómo mantener los alérgenos a raya
Para intentar limitar las molestias que acompañan a la estación primaveral, los especialistas insisten en una serie de acciones que hay que evitar. Así, las personas alérgicas deben prescindir de:
Ir al campo en épocas de polinización. Se pueden consultar los niveles de polen y los partes meteorológicos en portales web especializados.
Cortar el césped o estar cerca de algún parque o jardín donde poden. No tumbarse en el césped.
Permanecer al aire libre los días de sol y viento, ya que confieren una mala combinación para las personas alérgicas, tanto en invierno como en verano.
Que entren en casa partículas alergénicas. Para ello, se debe evitar ventilar el hogar durante las horas de sol.
Hay que abrirlas al atardecer, pero cerrarlas durante la noche, ya que la concentración de polen es mayor de madrugada.
Alfombras, cortinas, moquetas, mantas de lana, edredones de plumas y otros materiales que retengan polvo.
Los peluches. Hay que sustituir el relleno de los juguetes por unos que se puedan lavar, y hacerlo con frecuencia.
Los animales domésticos, en especial, los de pelo largo. Si se tiene una mascota, los especialistas aconsejan: no permitir que entre en las habitaciones; tener la puerta del dormitorio siempre cerrada; mantenerle alejado de alfombras, cortinas y muebles tapizados; usar aspiradores con filtro HEPA; y lavarle una o dos veces por semana y, después del baño, aplicarle unos productos que ayudan a evitar la descamación del epitelio.
Secar la ropa en el exterior los días de recuento alto de polen, ya que se pueden quedar adheridas partículas de polen.
Ambientes contaminados de humo, tabaco, etc.
Conducir con las ventanas abiertas. Hay que mantener el interior del vehículo limpio, incluidos los conductos de ventilación, y utilizar el aire acondicionado para filtrar el aire que entra en el automóvil.
Viajar en motocicleta, porque aumenta la exposición a los pólenes.
Personas alérgicas al polen: ¡cuidado con esta primavera!
En España, las plantas que más problemas alérgicos producen en orden decreciente son: gramíneas, olivo, ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria.
Así, el polen más frecuente en todas las zonas del territorio es el de las gramíneas a la que hay que añadir, en el centro y sur peninsular, el del olivo, en la cornisa cantábrica, el de abedul y en el litoral mediterráneo el de la parietaria.
Además, la presencia simultánea de varios pólenes alergénicos hace que, en la mayoría del territorio español, el 95% de los pacientes esté polisensibilizado. Solo un 10% de todas las personas alérgicas lo es a un único polen.
Por las consecuencias que pueden tener las distintas concentraciones de pólenes en la salud de los pacientes alérgicos, desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) pronostican cómo será la primavera.
La recopilación de datos de otoño e invierno y los recuentos de pólenes de gramíneas junto con factores climatológicos, como la temperatura y la humedad, permiten establecer cómo será la estación que se acaba de estrenar.
Según el doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, debido a las bajas temperaturas de enero y febrero, los plátanos de sombra y los cipreses ha retrasado su polinización.
En algunas ciudades del sur de España, como Málaga, Jaén, Sevilla y Murcia, ya se están detectando estos días pólenes de plátano de sombra, pero no será hasta principios de abril, cuando se produzcan niveles altos en ciudades como Madrid, Barcelona y Zaragoza, ya que la polinización avanza desde el sur hacia el norte.
Así, por zonas geográficas, los especialistas prevén que la zona Andalucía sufra una primavera intensa; para la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón sea de intensidad moderada; y para las comunidades del litoral mediterráneo y la cornisa cantábrica está previsto que sea una primavera leve.
La concentración de pólenes está disponible en la página web www.polenes.com, un portal que se actualiza cada día durante abril a junio y cada semana el resto del año.
También las aplicaciones móviles avaladas, como AlertaPolen, que utilizan información de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, han confirmado ser efectivas para la prevención y el ajuste del tratamiento farmacológico de los afectados.
Primavera: recomendaciones para personas alérgicas
Por otro lado, hay algunas acciones que ayudan a las personas alérgicas a sobrellevar la primavera:
Seguir la pauta médica, tal y como ha sido prescrita por el especialista.
Consultar al profesional sanitario en caso de tener que realizar un viaje y tomar las medidas oportunas. No conducir si se toman antihistamínicos, pues provocan somnolencia.
Utilizar gafas de sol lo más envolventes posibles, ya que evitan la entrada de polen en los ojos y alivian las irritaciones oculares.
Ventilar bien el dormitorio y mantenerlo con la temperatura algo baja y seca. Los ácaros del polvo son muy persistentes y se multiplican mejor cuando hay una relativa humedad del aire entre 75% y 80% y una temperatura de por lo menos 21 °C.
Son escasos en lugares secos y mueren cuando la humedad del aire baja de entre el 40% y el 50%.
Usar aspiradores con filtro HEPA, como mínimo una vez por semana, por lugares susceptibles de acumular polvo: el colchón, muebles, alfombras, sofás y libros.
Emplear un trapo humedecido para quitar el polvo e, incluso, pulverizar el dormitorio con agua antes de acostarse para que los pólenes se depositen en el suelo.
Eliminar el moho que se desarrolla en cuartos de baño o detrás de los muebles.
Utilizar ropa de cama antialérgica.
Colocar filtros en el aire acondicionado para impedir que el polen entre en casa.
Etiquetas: alergia, polen, primavera, rinitis, vacunas
Por MONTSE ARBOIX
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