Los platos tradicionales de cuchara más económicos

El recetario popular ofrece infinidad de ideas exquisitas para degustar con la cuchara y alimentarse bien en tiempos de crisis
 
                                          
                                           Imagen: bit245
 
La crisis económica ha modificado nuestra forma de comprar y de comer. Además de cuidar la cantidad de productos que se adquieren y consumen, muchas familias han vuelto a los ingredientes básicos y a las recetas de antaño, de las que son protagonistas.  


 Se compra más pan, patatas, legumbres y arroz para los primeros platos; más pollo y conejo para los segundos; y los huevos de gallina se cuelan de nuevo con fuerza en la cesta de la compra.
 
Son productos baratos y de gran rendimiento que forman parte de un recetario popular confeccionado a base de ingenio y de tiempo. A continuación, se recopilan los platos tradicionales con legumbres más económicos.

Recetas de cuchara populares y económicas

El recetario tradicional es una fuente inagotable de ideas y recetas económicas y con gran rendimiento, ya que casi todas están elaboradas con productos de temporada, cercanos -porque proceden de ámbitos locales o próximos- y con la experiencia de nuestras abuelas, expertas en sacar el máximo rendimiento con pocos ingredientes.
 
Son platos cocinados a base de ingenio y de tiempo, algo que también ha aumentado en este contexto de crisis.
 
La parte positiva es que pasar más horas en casa puede significar más tiempo para cocinar, algo indispensable para muchos platos sencillos y económicos que requieren cierta dedicación.
 
Si no es posible cocinar todos los días, lo mejor es elegir un día de la semana (o del fin de semana) para ello y poner a trabajar al congelador.

Cocido con garbanzos

Es uno de los platos de cuchara más tradicionales... y famosos. Entre los más conocidos, destacan el "cocido madrileño", la "olla gitana" (de Murcia), el "pote gallego" y la "escudella i carn de olla" (de Cataluña).
 
Todos ellos se elaboran con unos garbanzos remojados desde el día anterior, que se ponen a cocer con unas verduras y un trozo de tocineta, un muslo de pollo y un trozo de zancarrón.
 
De esta combinación se pueden obtener tres platos distintos: un cocido de garbanzos, una sopa de cocido con muchísimo sabor y un plato de carne como el zancarrón, que se puede acompañar de una salsa de tomate y unos pimientos asados.
 
También hay una variante sin carne, pero con pescado, que se conoce como "potaje de vigilia".
 
En otros tiempos, cuando se celebraba la cuaresma de manera generalizada y no se comía carne -sobre todo los viernes-, hubo que ingeniárselas para cocinar guisos sustanciosos.
 
Eso dio como resultado este potaje, que consiste en un cocido de garbanzos con espinacas, bacalao desalado y una pelota de miga de pan, ajo y yema de huevo, exquisito para cualquier época del año.

Cocido con alubias

Otro clásico para tiempos de crisis y frío, ya sea con alubias blancas o pintas. Entre las preparaciones más conocidas, están las "alubias a la tolosana", el "cocido montañés" (de Cantabria), la "fabada asturiana" y los "guisos de caparrones" (de la Rioja).
 
Para hacer estos guisos, las alubias se remojan si están muy desecadas. Si no -si son del mismo año-, no hace falta ponerlas en remojo.
 
Se preparan con algunas verduras -como puerro, cebolla, ajo y zanahorias-, un trocito de salazón o de adobado de cerdo (como una orejita o un poco de careta), un chorizo y costilla de cerdo.
 
Con estos ingredientes obtendremos un plato económico y, casi con seguridad, la comida única del día, ya que nos aportará energía para toda la jornada.

Guisos de lentejas

Los platos de lentejas se asemejan a los de las alubias, con la salvedad de que las lentejas no necesitan remojo previo a ser cocinadas y su tiempo de cocción es menor que para el resto de las legumbres.
 
Por ello, la costilla se puede cocer aparte y agregar en el último momento para que dé un toque de sabor al cocido.
 
Los platos más tradicionales con esta legumbre son las "lentejas estofadas con costilla y chorizo", las "lentejas viudas", que no llevan ningún elemento cárnico, y las "lentejas a la casera".

Sopas, cremas y caldos

Fáciles de realizar y nutritivas, las sopas son otro gran plato de cuchara porque dan mucho juego para ahorrar y comer bien. Se puede elaborar una sopa de ave, con unas hortalizas, media pechuga y parte de la carcasa limpia del pollo.
 
Se coloca la cazuela con los ingredientes y abundante agua y se deja hervir durante una hora a fuego suave.
 
Cuando el caldo haya cogido sustancia, se cuelan los ingredientes, se trituran las verduras cocidas y vuelven a añadirse al caldo.
 
También es importante desmigar por completo la pechuga y sacar toda la carne posible de la carcasa con la ayuda de un cuchillo.
 
Se añade un huevo duro picado, un puñado de fideos y la mitad del pollo desmigado. Tras un hervor de 5 minutos, la sopa estará lista.
 
Con el resto del pollo picado y otro huevo cocido se pueden preparar unas deliciosas croquetas de pollo y huevo.
 
Así tendremos un primer y un segundo plato de manera económica y sencilla.
 
Otras opciones tradicionales son la "sopa de ajo" -gustosa y sencilla, que se prepara con un poco de caldo de ave, un huevo y pan viejo-, la "zurrukutuna" o "sopa de bacalao" -un pescado que, si resulta muy caro, puede sustituirse por el abadejo, que es más económico y ofrece un resultado parecido en este plato- o la "sopa de tomate andaluza" caliente -gazpacho, si es fría-, dos versiones que también sirven para aprovechar el pan viejo y se pueden disfrutar en distintas épocas del año.
 

Etiquetas: ahorro, guisos, otoño


Por PEIO GARTZIA
 
 

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