Cubitos de hielo muy originales
Siete trucos y consejos para preparar cubitos de hielo sorprendentes y darle un toque especial a las bebidas
- Imagen: ankakay -
Agua, zumos, batidos o también cócteles sin alcohol. El verano invita a hidratarse, a disfrutar de las bebidas refrescantes y a jugar con la imaginación.
Una forma sencilla y atractiva de darle un toque especial a las bebidas es acompañarlas con unos cubitos de hielo originales, que aporten sabor, color y un punto de sofisticación.
En los combinados, la presentación, el frío y el contrapunto de sabores están de moda. Y lo interesante es que, por muy poco dinero, podemos seguir esta tendencia en casa para sorprender a nuestros invitados con unos cubitos que les dejarán helados.
A continuación se recogen algunas ideas prácticas, económicas y muy vistosas para conseguir ese toque especial en la copa o el vaso.
Cubitos de hielo más creativos: siete trucos y consejos
Por su forma, su contenido o su composición, unos simples cubitos de hielo pueden cambiar el aspecto o el sabor de cualquier bebida que sirvamos.
Por ejemplo, podemos elaborar los cubitos de diferentes líquidos (como zumos, bebidas gaseosas, o mezclas de bebidas dulces con un toque picante), aunque los que más sorprenden son los de agua transparente con elementos en su interior, como flores, especias o trocitos de cáscaras de cítricos.
Algunas ideas y consejos a tener en cuenta:
La forma del cubito tiene su importancia. En la actualidad, se pueden encontrar en el mercado gran cantidad de cubiteras -la mayoría, de silicona- con variedad de tamaños y formas que nos permiten jugar con la fantasía e imaginación, incluso servir bebidas 'temáticas': flores, estrellas, cubos, cilindros, pirámides, corazones, personajes infantiles...
De todo podemos encontrar, ya sea para fiestas de niños como de adultos. Basta buscar un poco para encontrar la cubitera perfecta.
Para que nuestros cubitos sean más transparentes y vistosos, conviene elaborarlos con agua embotellada, ya que tiene poco contenido en cal y no contiene impurezas. De esta manera, nos aseguramos un blanco transparente.
En zonas con buena calidad de agua se puede utilizar el agua del grifo, pero lo mejor es hervirla y colarla antes (con un colador de tela) para evitar todo tipo de impurezas.
En etapas. Una vez que tengamos el agua (ya sea de botella, o de grifo hervida y colada), agregamos un poco en cada espacio de la cubitera (sin llenarlos del todo) y añadimos la sorpresa que hayamos preparado para los cubitos.
Elementos que funcionan bien: desde unas hojitas de menta a unas pequeñas flores de manzanilla, violetas pequeñas, capullitos de rosa, jazmines, flores de azahar... También son muy vistosos los trocitos de cáscara de limón y de lima, los granitos de granada, o unas bolitas de pimienta.
Sean cuales sean los elementos elegidos, deberemos colocarlos bien en el fondo, con cuidado en la disposición, ya que así como los pongamos lucirán una vez que se congele el agua.
Introducimos al congelador durante unas 3 horas, hasta que las sorpresas estén congeladas. Una vez que transcurre ese tiempo, rellenamos los espacios de la cubitera con el resto del agua y volvemos a introducir en el congelador durante otras 5 horas, para asegurarnos de que queden sólidos y perfectos.
Pero, además de agua, se pueden utilizar zumos para hacer cubos de hielo. En este caso, es importante colarlos bien para que conserven el color y, al mismo tiempo, tengan cierta transparencia. De ese modo si añadimos algún elemento en su interior, se verá.
Dos ideas que gustan mucho: el zumo de piña y el de manzana, con pequeños trozos de esas frutas dentro de los cubitos.
Otra opción es usar colorantes naturales, agregándoselos al agua en el momento de colarla. Podemos conseguir así cubitos con un toque rojo, verde, azul o amarillo, de manera que tenga una cierta relación con la sorpresa introducida en el interior y dé un contraste de color a la bebida final.
Si además de color queremos dar también sabor a la bebida, podemos emplear otros métodos, como hacer cubitos con agua en infusión. Así, para preparar bebidas con toques de menta o de hierbabuena, elaboramos infusiones con ellas, enfriamos, colamos y preparamos los cubitos con algunas hojas en su interior.
Las infusiones pueden ser de cáscaras de cítricos, si bien es recomendable además de lavar con cuidado su piel, blanquear antes unos segundos en agua hirviendo, tirar esa agua y luego ya preparar la infusión cítrica para que el sabor sea más suave.
Es importante cuidar la intensidad de las infusiones y prepararlas con cuidado: una cosa es aromatizar la bebida y otra distinta es hacer una mezcla con exceso de aroma, que interfiera demasiado en el sabor del cóctel.
También podemos elaborar cubitos con refrescos carbonatados -nos saldrán con pequeñas burbujas- y hasta con un toque del alcohol que deseemos.
De esta manera, según se vaya deshaciendo el cubito en vez de agua que "deslava" el combinado, lo que se produce es un deshielo con más sabor o toque alcohólico (aunque siempre con moderación en el consumo del alcohol).
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Por PEIO GARTZIA
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