Armarios empotrados: ventajas e inconvenientes
Los armarios empotrados permiten aprovechar mejor los espacios y favorecen la sensación de orden, aunque son más caros y, una vez instalados, no se pueden mover
- Imagen: Keli -
La construcción de armarios empotrados tiene varias ventajas con respecto a los prefabricados. Sin embargo, presenta también algunos inconvenientes que llevan a muchos especialistas a desaconsejarlos.
Este artículo enumera los principales argumentos a favor de los armarios empotrados (mejor aprovechamiento del espacio, elegancia y sensación de orden que transmiten) y en contra (su mayor coste y la imposibilidad de moverlo).
Ventajas de los armarios empotrados
Los armarios empotrados tienen defensores y detractores. Los primeros alaban sus ventajas y posibilidades, mientras que los segundos destacan los inconvenientes y características negativas de su instalación.
A continuación se enumeran los principales motivos por los cuales contar con un armario empotrado puede ser una buena decisión.
- Permiten aprovechar mejor el espacio Los armarios empotrados aprovechan al máximo el espacio disponible en el sitio donde se instala, puesto que el límite superior es el techo, el inferior es el suelo y, hacia los lados, ocupa toda la superficie de una pared a otra. De este modo, se evitan huecos y rincones muertos, tanto en los bordes como en el fondo.
- Son más limpios Al no existir huecos ni rendijas entre el cuerpo del armario y las paredes, se evita también la acumulación de polvo en esas zonas. Esto supone un ahorro significativo en la limpieza, ya que esa tarea siempre es engorrosa y consume bastante tiempo y esfuerzo. Las únicas superficies exteriores que se deben limpiar a menudo son las puertas, que son (por estar en el frente) lo más sencillo.
- Facilitan la organización de su interior Como los armarios empotrados requieren obras, su diseño interior se realiza a medida, en función de las condiciones del sitio donde se ha de instalar. Una columna, pilar o bajante que sobresale de la pared, y podría representar un problema si se comprase un mueble prefabricado, al quedar dentro del armario empotrado se puede aprovechar para sostener un estante.
- Por otro lado, este mueble también permite tener en cuenta las necesidades de las personas que los utilizarán. Se pueden priorizar espacios para guardar zapatos, pantalones, trajes, vestidos de fiesta, ropa infantil, etc., siempre según el uso que se hará de ellos.
- Favorecen la elegancia y la sensación de orden Un armario prefabricado siempre es un objeto que se ha introducido en la casa. Cuanto mayor sea su tamaño, dejará aprovechar más el espacio disponible; sin embargo, también será mayor la sensación de abarrotamiento de la estancia. Los armarios empotrados, en cambio, no son muebles externos metidos en la vivienda, sino una parte de ella. Sus puertas son, en cierta manera, equiparables a las demás puertas: las que llevan a otras estancias, pasillos o al exterior. Esto permite crear ambientes más relajados, elegantes y que transmiten una sensación de orden que, con otro tipo de armarios, es más difícil de lograr.
- Se adaptan a diversos estilos Como se fabrican por pedido, es posible elegir los materiales que mejor se adecúen al gusto y presupuesto personal. Las baldas, tabiques, barras y cajones interiores se pueden hacer de plástico, metal o distintos tipos de madera, desde especies duras hasta tableros de fibra de densidad media. Por su parte, para las puertas, que son la cara más visible de los armarios, pueden emplearse esos mismos materiales o bien cristal. Los diseños esmerilados dan excelentes resultados en este tipo de aplicación.
- Posibilitan la instalación de distintos tipos de puertas Las puertas de los armarios empotrados pueden ser de tres tipos diferentes, según su forma de apertura: abatibles, plegables y correderas.
Las abatibles poseen el mecanismo más sencillo, ya que solo necesitan dos o tres bisagras, según su tamaño. El lado negativo es que requieren un espacio libre frente al armario para poder abrirse. Las puertas plegables exigen un sistema algo más complejo, con guías en las partes superior e inferior a través de las cuales se deslizan los rodamientos. También necesitan algo de espacio libre en el frente, aunque menos que las abatibles (depende del ancho de cada hoja). Las correderas, por último, son las que mejor aprovechan el espacio, dado que no precisan espacio libre en el frente. Cuentan también con un sistema de rodamientos y guías para permitir su desplazamiento.
Aunque también existen armarios prefabricados con estas variantes de apertura, no siempre coinciden el modelo deseado con el tipo de apertura más conveniente. Al igual que en la organización del interior del armario, también en este sentido la fabricación por pedido representa una ventaja.
Principales inconvenientes de los armarios empotrados
Las principales desventajas que señalan quienes desaconsejan la construcción de un armario empotrado son las siguientes:
El precio. La construcción de un armario empotrado requiere obra y, por lo tanto, la intervención de un profesional. Esto, en general, hace que su importe sea bastante más elevado que elegir en una tienda un mueble prefabricado y trasladarlo hasta casa.
El coste de su restauración. Si bien los armarios empotrados es habitual que duren más, también es cierto que, cuando envejecen y necesitan una reparación, esto a menudo representa tener que realizar de nuevo obras en la vivienda.
La imposibilidad de moverlo. Al construir un armario empotrado, su ubicación es fija. Si se piensa en una nueva disposición de los muebles en la estancia, se debe tener en cuenta que el sitio que ocupen todos los demás estará condicionado por el del armario.
Ante una mudanza, se queda en la casa. Alguien que se cambia de domicilio se puede llevar consigo un mueble prefabricado. El armario empotrado, en cambio, es parte de la casa: si su usuario se muda, necesitará comprar otro armario (o fabricar uno empotrado para su nuevo hogar).
Fuente: E. Consumer
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