5 trucos para ahorrar RAM y CPU al usar Chrome, Edge o Firefox

El navegador web es uno de los programas imprescindibles que no pueden faltar en ningún ordenador. Pero también es uno de los que más recursos consumen, y eso es un problema, sobre todo, para los usuarios que tienen ordenadores algo antiguos y poco potentes. Los navegadores, de base, ya consumen mucha memoria RAM, y a medida que abrimos pestañas o instalamos extensiones, el consumo se dispara. Por ello, si tenemos poca memoria, o nuestra CPU es poco potente, estos trucos nos ayudarán a poder navegar mucho mejor.

 

Tanto Microsoft como Google y Mozilla están trabajando para incluir en los navegadores funciones que reduzcan el uso de recursos. Por ejemplo, una de las últimas innovaciones en este sentido son las Sleeping Tabs, una función que se encarga de suspender las pestañas que no utilizamos para liberar memoria.

Sin embargo, además de las funciones incluidas en los navegadores, también debemos llevar a cabo nosotros nuestras propias tareas que nos permitan ahorrar la mayor cantidad de recursos posible.

Vigila las pestañas que abres

Navegar con pestañas es muy cómodo, pero también peligroso. Las pestañas consumen una gran cantidad de recursos en el sistema, ya que mantienen toda la información de la página cargada. Y si la web es muy pesada, o tiene scripts que se ejecutan en segundo plano, mucho peor.

Es inevitable usar las pestañas. Además, navegar sin ellas sería retroceder más de 20 años. Sin embargo, debemos vigilar el número de estas que abrimos. Debemos intentar realizar sesiones de navegación pequeñas, y cuando acabemos cerrar todas las pestañas relacionadas para empezar de nuevo. Así evitaremos que se dispare el consumo de memoria y de CPU.

Cuantas menos extensiones en el navegador, mejor

Las extensiones son otra de las características de los navegadores sin la que no podríamos vivir, pero también es una de las razones por las que el navegador consume muchos recursos. Instalar muchas extensiones hará que nuestro navegador consuma mucha memoria RAM y mucha CPU, incluso cuando no tengamos ninguna pestaña abierta. Y la verdad es que, a pesar de existir miles de extensiones, al final siempre usamos las mismas. Y muchas de ellas incluso son innecesarias.

Por ello, si queremos hacer que el navegador sea más ligero, debemos reducir el número de extensiones. Si podemos evitar instalarlas, mejor. Pero, si no podemos, entonces instalar las que sean estrictamente necesarias.

Instala extensiones para reducir la carga web

Aunque esto va justo en contra del punto anterior, la verdad es que podríamos considerarlo una excepción, ya que nos ayudará a ahorrar recursos. Hay muchas webs que cargan contenido que es totalmente innecesario y que, además, consume muchos recursos. Especialmente código JavaScript. Para evitarlo, hay extensiones, como NoScript, que nos permiten bloquear este tipo de contenido para liberar recursos del navegador.

También hay otras extensiones que nos permiten reducir la carga del navegador mediante distintas técnicas como, por ejemplo, descargar solo el texto, sin imágenes, o bloquear los vídeos incrustados. Así, a cambio de reducir un poco la experiencia de la navegación, mejoraremos el rendimiento general del equipo.

Controla qué es lo que más consume

En el Administrador de tareas de Windows, todo aparece bajo el proceso del navegador de Google, lo que hace que sea complicado diferenciar entre unos procesos y otros. Sin embargo, algunos navegadores, como Chrome, tienen su propio administrador de tareas. Y este es mucho más detallado a la hora de comprobar qué es lo que está usando más RAM y CPU.

Desde aquí podemos localizar las webs o extensiones que más consumen, y, si queremos, finalizarlas.

Busca un navegador ligero

Chrome, Firefox y Edge son los navegadores más populares y más utilizados. Pero también son los más completas y, por tanto, los que más recursos consumen. Si queremos reducir el uso de RAM y CPU al navegar por Internet es recomendable buscar un navegador ligero que consuma pocos recursos.

Estos navegadores normalmente suelen estar basados o bien en Chromium o bien en Firefox. La diferencia con ellos es que eliminan funciones y características para que consuman menos y, por lo tanto, sean más rápidos.

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